En colaboración con el Instituto de Estudios Económicos (IEE), desde FADE hemos presentado el informe “La competitividad fiscal en el Principado de Asturias. Una propuesta de mejora”. Este estudio analiza en profundidad la estructura impositiva de nuestra comunidad y plantea un decálogo de medidas que podrían convertir a Asturias en un territorio más atractivo para la inversión, el emprendimiento y la retención del talento.
Una fiscalidad que frena el crecimiento
El análisis revela que Asturias soporta una de las presiones fiscales más elevadas de España, lo que puede estar generando efectos negativos sobre la inversión, favoreciendo la deslocalización de empresas y dificultando el crecimiento del tejido productivo. A pesar de que la región cerró 2023 con superávit y mantiene un nivel de endeudamiento por debajo de la media nacional, nuestra competitividad fiscal sigue estando por debajo de la de muchas comunidades vecinas.
“La fiscalidad es una de las herramientas más poderosas para dinamizar la economía. Asturias necesita un entorno más favorable para crecer, generar empleo y retener talento”, señala María Calvo, presidenta de FADE.
Entre las principales debilidades detectadas destacan:
- Un tipo máximo agregado del IRPF del 50%, de los más altos de España, con un umbral de aplicación relativamente bajo.
- El Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones más gravoso del país, con tipos que alcanzan el 36,5%.
- ITP y AJD situados en el máximo legal, lo que penaliza las operaciones de inversión.
- Altos tipos en el ICIO a nivel local, que dificultan nuevas iniciativas constructivas o industriales.
Un crecimiento por debajo de la media
Estos factores impositivos coinciden con una evolución económica menos dinámica que la media nacional. En 2022, el PIB per cápita en Asturias fue de 23.953 euros, frente a los 27.198 de España y los 32.481 de la eurozona. La productividad regional creció solo un 3,4% en la última década, muy por debajo del 8,7% europeo y del 10,3% registrado en Galicia.
Fortalezas que debemos potenciar
No todo son sombras. El informe también destaca activos importantes de nuestra comunidad:
- Casi un 50% de los trabajadores cuenta con formación superior.
- Un marco institucional más sólido que la media nacional.
Sin embargo, estos puntos fuertes se ven limitados por debilidades estructurales como el escaso esfuerzo en I+D+i, el reducido tamaño medio de las empresas y la limitada dimensión del mercado interior.
Propuestas para una fiscalidad competitiva
El estudio plantea un conjunto de propuestas concretas para avanzar hacia un sistema fiscal más favorable al crecimiento económico:
- Reducir el tipo máximo del IRPF al entorno del 47%.
- Aumentar el umbral de aplicación para rentas altas.
- Reforzar las bonificaciones en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones.
- Bajar los tipos del ITP y AJD al mínimo legal.
- Bonificar el IBI y el IAE para empresas que crecen o afrontan pérdidas.
- Reducir el ICIO para favorecer nuevas inversiones.
- Incentivar fiscalmente la inversión en tecnología e innovación.
- Simplificar la tramitación administrativa para empresas.
Desde FADE, consideramos que aplicar estas reformas no solo mejoraría la competitividad de Asturias, sino que podría traducirse en más actividad económica, más empleo y una mayor recaudación a medio plazo.
“El verdadero reto es que la política fiscal no frene, sino que impulse la actividad. Asturias tiene margen de maniobra y la responsabilidad de aprovecharlo”, concluye María Calvo.