Consumo de grasas saludables en la dieta

Durante años, las grasas han sido vistas como enemigas de la salud, pero no todas son perjudiciales. Las grasas saludables son esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo, desde el corazón hasta el cerebro.

Durante años, las grasas han sido injustamente demonizadas, asociadas casi exclusivamente con problemasde salud. Sin embargo, no todas las grasas son perjudiciales. De hecho, las grasas saludables son fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo. Contribuyen a la salud cardiovascular, favorecen el rendimiento cerebral y facilitan la absorción de vitaminas liposolubles como la A, D, E y K.

Integrar grasas de calidad en una alimentación equilibrada puede potenciar tu bienestar general y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. La clave está en saber distinguir entre las grasas beneficiosas y aquellas que conviene evitar.

Recomendaciones clave para un consumo saludable de grasas:

  • Prioriza las grasas saludables: Incorpora a tu dieta alimentos como el aguacate, los frutos secos, las semillas, el aceite de oliva virgen extra y pescados grasos como el salmón, el atún o la sardina. Estas fuentes aportan ácidos grasos insaturados que protegen tu corazón y tu cerebro.
  • Limita las grasas trans y las saturadas en exceso: Disminuye la ingesta de productos ultraprocesados, frituras, bollería industrial y margarinas hidrogenadas. Estas grasas están asociadas con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Mantén un equilibrio adecuado: No se trata de eliminar las grasas, sino de consumirlas en la proporción adecuada dentro de una dieta variada y nutritiva. El equilibrio es clave para una alimentación saludable.
  • Mejora tus técnicas de cocción: Prefiere métodos como el horneado, el cocinado al vapor o a la plancha. Estos preservan mejor los nutrientes y reducen la necesidad de añadir grasas innecesarias.
  • Lee las etiquetas de los productos: Infórmate sobre los ingredientes y evita aquellos que contienen aceites hidrogenados, grasas trans o añadidos poco saludables. Una lectura crítica puede marcar la diferencia.