Paro registrado, contratación y afiliación en Abril

Los registros laborales del mes de abril agravan el deterioro del mercado laboral ya apuntado en el mes anterior. Son unos resultados negativos, más aún si se tiene en cuenta que éste solía ser un mes particularmente positivo para el empleo en la región, y que nos hacen retroceder a niveles de 2016. Prácticamente, se han perdido cuatro años de recuperación en este mes y medio de crisis.

• Asturias ha perdido 8.528 afiliados (-2,4%) en un mes en el que en los últimos años venía sumando más de dos mil. Es el peor mes de la serie histórica disponible desde 2005. Se contabilizan así 350.997 afiliados en la región.
• También ha sumado 6.342 parados registrados (8,2%) en un mes en el que venía restando también más de dos desempleados en años anteriores. Es el tercer peor mes de la serie histórica, disponible en este caso desde 1990 (solo tras enero de 1996 y de 2009). Y, desde luego, el peor mes de abril. Asturias vuelve a situarse en 83.793 parados.
• El deterioro se extiende a todos estratos de población y sectores de actividad, si bien en términos absolutos, es el sector servicios el más afectado (4.724 parados más en un mes y 8.871 más que un año antes).
• Las nuevas contrataciones se han derrumbado hasta totalizar 7.288 contratos en Asturias, menos de la mitad del registro más bajo de la serie disponible (15.143 en febrero de 2013). Sin ir más lejos, en el mismo mes de 2019 se contabilizaban 31.503 nuevos contratos en Asturias.
• Por otra parte, es preciso tener en cuenta que en Asturias hay 59.221 trabajadores en situación de Expediente de Regulación Temporal de Empleo a 30 de abril (53.135 por fuerza mayor y 6.086 por otras causas). Suponen el 1,75% de los 3.386.785 que hay en España.

Efectivamente, en esta situación, grave desde la vertiente sanitaria y social, las empresas están acudiendo, de forma mayoritaria, a medidas de regulación temporales (ERTES) buscando el menor impacto en el empleo. Para contribuir a ese menor impacto, insistimos en que es imprescindible flexibilizar su uso y extender su duración, particularmente para aquellos sectores en los que la actividad se va a recuperar de forma gradual, evitando con ello consecuencias graves y duraderas sobre el empleo.

En este contexto, es preciso implementar medidas que den seguridad jurídica y fiabilidad a las empresas y a los inversores, instrumentalizadas a través del diálogo social, para adaptar la actividad económica a la evolución de la pandemia con el fin de garantizar una salida más rápida de la parálisis económica, la pervivencia de las empresas y del empleo.

Informe de Coyuntura Económica