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La subida del SMI llega en el peor momento para microempresas y autónomos, advierte FADE

  • 08 de febrero de 2022
  • 2 min

Son los más afectados por una medida que puede comprometer su competitividad, cuando no directamente su existencia

El  contexto económico de alta incertidumbre, las constantes presiones al alza en los costes de las empresas, las recientes e intensas actualizaciones del SMI (30% en apenas dos años) y la pérdida de productividad del factor trabajo en gran número de sectores y empresas hacen desaconsejable la nueva subida del SMI que propone el Gobierno y que hemos rechazado hoy por unanimidad en CEOE.

Una subida del SMI a 1.000 euros, añadida a las registradas en los últimos años, (que supondría un 36 % desde el año 2019) supone más una intervención directa del Gobierno en un ámbito que debería corresponder única y exclusivamente a empresarios y trabajadores que el establecimiento de una garantía salarial. El SMI deja de ser una red de cobertura mínima para configurarse como un auténtico regulador económico en muchas ocupaciones.

El traslado de este incremento a las masas salariales de gran número de convenios tendrá una repercusión directa, inmediata y no vinculada a mejora alguna, además de provocar un efecto indirecto de importante deslizamiento al alza sobre el resto de los tramos salariales. Adicionalmente, y en particular, para gran número de empresas y negocios que llevan meses en una situación muy complicada como consecuencia de la pandemia, el momento no puede ser peor.

Es un deseo compartido que los salarios mejoren todo lo posible, especialmente los más bajos. Pero hay que ser muy cuidadosos con los métodos para convertir esa aspiración en realidad, sin que la subida de los salarios de unos implique la pérdida de empleo o que las empresas vean comprometida su competitividad, cuando no directamente su existencia.

Microempresas y autónomos, los más afectados.

Debemos recordar la especial debilidad del tamaño empresarial en Asturias: casi 24.000 microempresas asturianas tienen entre 1 y 9 trabajadores; y van a ser precisamente estas las más afectadas por la subida del SMI. Dichas empresas son titularidad de 10.000 autónomos personas físicas, y el resto, en su mayoría, de autónomos societarios, cuya situación económica media deja mucho que desear.

Como dato ilustrativo, una microempresa asturiana tipo (entre 1 y 9 empleados), tiene un resultado neto medio anual de 10.240 euros, después de destinar más del 80 % del valor añadido producido al coste de personal, la cifra más alta de España

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