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Opinamos

Nacer o más bien hacer, esa es la cuestión

  • 16 de abril de 2021
  • 2 min

Pablo García, Vicepresidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), presidente de CECAP-Asturias y AJE-Asturias, pone en valor la importancia de cultivar el emprendimiento entre los jóvenes asturianos

Hoy, 16 de abril, Día Mundial del Emprendimiento, es un placer compartir unas líneas con todos vosotros. Y si me permitís, me gustaría iniciar estas letras quizás divagando acerca de lo que significa emprender. He de comenzar diciendo que el concepto emprendedor o emprendimiento siempre me ha generado sentimientos encontrados. En ocasiones me temo que es utilizado, por no pocos, con la intención de blanquear la figura del empresario, grave error a mi modo de ver si es así, puesto que el oficio más noble que existe en cualquier sociedad, el de empresario, NO NECESITA SER BLANQUEADO por nadie, si no al contrario, debe ser reconocido, premiado y aplaudido socialmente, para que pueda ser un modelo a seguir por los más jóvenes. Así y solo así, lograremos ser la región que soñamos y no la que somos, fruto de nuestras circunstancias.

Después de esta reivindicación, que creo muy necesaria, dejadme que me centre, ahora sí, en los matices que puede tener el emprendimiento como concepto más amplio. ¿De qué va esto de ser emprendedor? Pues veréis, en mi humilde opinión esto va de actitud, si, de actitud ante la vida que no deja de ser la capacidad de crear o iniciar un proyecto, una empresa o un nuevo sistema de vida, teniendo como fuente la inspiración, la confianza en uno mismo, la determinación de actuar en pro de nuestros sueños, luchando a diario con perseverancia hasta hacerlos realidad. Y también va de competencias, de educar en competencias como la única forma de que nuestros jóvenes se adapten a un mundo globalizado en constante transformación tecnológica, empresarial y social, para lo cual hay que dejar atrás el modelo educativo actual, anticuado, memorístico, centrado en los conocimientos, la mayoría inútiles hoy en día.

Y os preguntaréis, si esto es así… ¿cómo hacemos para que nazcan más personas emprendedoras en Asturias? Pues como podéis imaginar solo podemos empeñarnos en que, las que nazcan, se hagan emprendedoras. Para lo cual hay que actuar desde edades tempranas en generar la cultura, en plantar la semilla emprendedora en los más jóvenes, haciendo del emprendimiento una materia importante del currículo. Versionando a una de las personas que más sabe de esto en Asturias, “si tenemos dos horas a la semana de educación física, ¿por qué no podemos ambicionar tener dos horas a la semana de emprendimiento? “, (os lo dejo ahí para vuestra reflexión…). Yo, como muchos otros, soy empresario, porque lo mamamos, porque vimos el ejemplo de cerca y disfrutamos de un entorno favorecedor del que la escuela, todavía hoy, adolece.

Miedo al fracaso, falta de recursos, de ideas, trabas administrativas etc., son las barreras que encuentran las personas cuando valoran la opción de acometer un proyecto empresarial. Sobre ellas está claro que hay que trabajar, muchas son indiscutiblemente reales, otras creedme cuando os digo que son excusas innatas al individuo en un entorno de incertidumbre.

En resumen, esto del emprendimiento va de orgullo, de reconocimiento, va de actitud, va de competencias, de hacer y no de nacer, va de currículo educativo y cultura, de vencer los miedos, va de pasado, pero sobre todo, va de futuro, el que tenemos por delante si queremos hacer de nuestra tierra un región de oportunidades para los más jóvenes, competitiva, generadora de riqueza, empleo y como consecuencia, capaz de fijar población y quien sabe, incluso de retornar alguno de los muchos que un día tuvieron que irse.

Políticos, agentes sociales, medios de comunicación, Universidad, sociedad en general…, los grandes logros de un pueblo dependen de muchas manos, corazones y mentes trabajando juntos por un objetivo común. Hagamos de Asturias entre todos, la región emprendedora que nos merecemos.

 

Pablo García, vicepresidente de FADE.

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