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Un plan insuficiente y con lagunas

  • 30 de marzo de 2022
  • 2 min

FADE echa en falta medidas globales y de calado en el plan del Gobierno y demanda un pacto de Estado para abordarlas

Imagen de archivo del consejo ejecutivo de FADE

El consejo ejecutivo de FADE, que se ha reunido esta mañana en Oviedo, ha lamentado que Asturias no haya recuperado aún la normalidad en el transporte, como ocurre en la casi la totalidad del resto de España desde hace varios días.

Además del grave perjuicio económico que está causando a las empresas, que ronda ya los 300 millones de euros, esta situación afecta muy negativamente a la imagen de una región y a la confianza empresarial, imprescindible para generar más actividad económica y empleo, impulsar el tejido empresarial existente y atrayendo inversión foránea. La estabilidad, confianza y paz social son necesarias para el progreso económico y social.

Esta circunstancia viene a sumarse a una situación económica general muy complicada, con unos costes energéticos descontrolados, dificultades en el aprovisionamiento de materias primas, un dato de IPC próximo a los dos dígitos, desconocido en las últimas cuatro décadas, y una clara ralentización del crecimiento económico, a la vista de la corrección a la baja que diferentes fuentes de análisis están dando a conocer. Todo ello, sin olvidar que venimos de dos años de pandemia que han sido muy duros para gran número de pymes y autónomos de diferentes sectores, de la que ni siquiera habían comenzado a recuperarse.

La guerra de Ucrania, de duración y consecuencias difíciles de evaluar en este momento, no ha venido sino a agravar una situación que ya venía de atrás y que requiere actuaciones contundentes y eficaces, de efecto inmediato, pero también de corte estructural, que permitan hacer frente de forma inmediata a los principales problemas que nos están afectando y, simultáneamente, estabilizar los fundamentales económicos de España, muy alterados en este momento.

En este sentido, el Real Decreto-ley de medidas urgentes publicado esta mañana contiene un amplio abanico de medidas que, a falta de un análisis más sosegado, si bien contiene elementos positivos y necesarios, son claramente insuficientes y adolece de importantes lagunas en cuanto al desarrollo de alguna de sus materias.

En la reunión que la presidenta de FADE celebró con el presidente del Gobierno de Asturias previamente a la cumbre de presidentes autonómicos celebrada el día 20 de marzo pasado en La Palma, se dio traslado de nuestras principales demandas para hacer frente a esta situación en relación con los precios de la energía, la reducción de cargas tributarias, medidas de carácter laboral que actúen como mecanismo red, medidas de apoyo financiero, revisión del régimen de Ayudas de Estado y necesidad de despliegue de fondos Next Generation.

En el RDL aprobado por el Gobierno y publicado esta mañana en el BOE se anuncian algunas medidas que pueden resultar positivas para varios sectores específicos, como el Transporte o el sector Primario. Pero la Federación lamenta que no se contemplen medidas de calado global para el conjunto de los sectores económicos afectados por la crisis energética y de suministros, que permitan a las empresas superar su impacto.

Por ejemplo, no se ha visto plasmada la petición de un sistema de ERTES específicos vinculados a la crisis energética, con las adecuadas exoneraciones, que permitiera a las empresas más afectadas disponer de mecanismos eficaces que eviten la destrucción de empleo. Ni tampoco rebaja fiscal alguna, que supondría un alivio muy necesario en estos momentos para muchas compañías.

Nos preocupa también la limitación generalizada de la subida de los alquileres, aunque sea temporal, sin una justificación clara, ya que, lejos de conseguir el fin que persigue, probablemente ahuyentará la inversión y disminuirá la oferta, agravando aún más el problema.

Uno de los aspectos más delicados y urgentes, como es la reducción inaplazable del precio de la energía eléctrica, ha quedado sin concretar, más allá del mecanismo de apoyo para la industria electrointensiva y de la actualización con carácter temporal del régimen retributivo específico de la producción a través de fuentes de energía renovables. Los precios actuales resultan insostenibles y es necesario actuar de forma urgente y eficaz para rebajarlos.

Por otra parte, comienza a ser altamente preocupante la dinámica inflacionista en la que está entrando nuestra economía, que las medidas recogidas en el RDL no atajará con la intensidad necesaria. Entrar en una espiral de precios perversa supondrá un empobrecimiento general de las familias, una reducción del consumo y, por tanto, un impacto importante en las ventas de las empresas, y generará un voluminoso gasto adicional para el Estado, tensionando aún más unas cuentas públicas que han disparado su deuda en los últimos años.

La situación de muchas empresas empieza a ser crítica. Y el horizonte no parece que vaya a despejarse en el corto/medio plazo. Es por ello que FADE quiere trasladar su preocupación y, al mismo tiempo, insistir en la necesidad de un pacto de Estado que permita desplegar cuanto antes las medidas necesarias para, a corto plazo, sostener el tejido empresarial e impulsar su crecimiento y competitividad a medio y largo plazo.

 

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